Las propuestas de los partidos políticos para la Arquitectura Técnica, a debate en CAATIE Valencia

Los colegios profesionales y la colegiación obligatoria, la posibilidad de recuperar las tarifas o baremos orientativos de honorarios y las diferentes propuestas para potenciar la apuesta común por la rehabilitación de los edificios han sido los temas de debate en la mesa de partidos políticos celebrada por el Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE Valencia)

Compromís, Podemos y UPyD, representados por Belén Bachero, Paco Juan y José Luis Chorro, respectivamente, han participado en esta nueva Jam Session Profesional a la que se convocó a los siete partidos con mayor representación en la Comunidad Valenciana. PP, PSPV, EUPV y Ciudadanos no acudieron a nuestra cita.

Colegios profesionales

José Luis Chorro, abogado y candidato al Senado por UPyD, abría el debate defendiendo la existencia de colegios profesionales y colegiación obligatoria para aquellas profesiones, como la Arquitectura Técnica, que influyen en la seguridad, integridad o libertad de las personas. Las que no influyan en algunos de estos aspectos podrían optar libremente por la creación de asociaciones profesionales, sin pertenencia obligatoria. Del mismo modo, defiende un registro nacional único para los colegios profesionales, un colegio nacional, con delegaciones en comunidades autónomas.

Por parte de Compromís, la diputada autonómica y arquitecta Belén Bachero, defiende la existencia de los colegios profesionales como entidades necesarias para el asesoramiento y la formación complementaria del profesional, así como la defensa de la profesión a la que representan. Para ella, la constitución o no de colegios profesionales “ha de nacer de cada profesión, dejando libertad a su constitución si la profesión lo estima conveniente”, aplicando la filosofía de toma de decisiones “siempre de abajo a arriba”.

Paco Juan, arquitecto y miembro del Consejo Ciudadano Municipal de Valencia de Podemos, ha resaltado sus funciones de defensa de la profesión y prestación de servicios, recomendando su mayor implicación en la sociedad y su conversión en actores sociales para consolidar su futuro.

Baremos y honorarios mínimos

Francisco Rozalén, vicepresidente de CAATIE Valencia, introducía el debate sobre baremos y honorarios mínimos destacando cómo la desaparición de los mismos ha ofrecido como resultado una bajada progresiva de honorarios profesionales, que han acabado empobreciendo forzosamente la calidad del trabajo y abriendo el camino en el mercado a los oligopolios.

“La voluntad era economizar, pero el resultado ha sido desastroso para los profesionales y para la calidad del trabajo ofrecido. En una encuesta realizada a la colegiación, un 90% de los participantes se manifestó a favor de la reimplantación de los honorarios mínimos. Se supone que su eliminación estaba ligada a las medidas liberalizadoras a las que nos obligaba Europa. Pero sin embargo, en Alemania existen los baremos orientativos…”

Paco Juan, de Podemos, explicaba cómo la desregulación de la economía forma parte de las medidas que impuso Europa, “porque en el Parlamento Europeo la fuerza mayoritaria es conservadora y los intereses económicos en la economía de libre mercado tienen una clara tendencia a concentrar el poder económico cada vez en menos manos y se ejerce la influencia a través de los lobbies para que las medidas que se tomen tiendan a ello”.

“Si vamos en camino de la desregulación de la economía, sobran los baremos”, concluía Paco Juan. “Pero Podemos se posiciona en contra de la liberación total que conduce a que sea el propio mercado el que se autorregule. Al ciudadano se le dijo que se iba a dar un ajuste por libre competencia con liberalización de los honorarios profesionales que llevaría a lograr precios más asequibles, pero a lo que ha llevado en realidad es a un descenso de la calidad con precios tan bajos que hacen imposible el desarrollo del trabajo profesional adecuado”.

Paco Juan resume la posición de Podemos, “somos partidarios del mercado, pero en muchos aspectos un precio de referencia funciona como un regulador o catalizador que beneficia a la sociedad. Los políticos debemos estar del lado del interés general de la gente y para defenderlo hacen falta una protección y unas medidas de regulación”.

Pero, para este arquitecto, “no se trata de una vuelta al pasado. Si los baremos deben existir, habrá que pensarlos de otra manera más útil y adaptada a la actualidad, que no sea en función del PEM, porque acaba modificándose el PEM, ni del tipo de trabajo, porque los trabajos profesionales no son compartimentos estancos, sino en función de los tres argumentos que justifican el valor real del trabajo: el trabajo y tiempo que hay que emplear y los gastos que conlleva, los conocimientos necesarios para desarrollarlo y la responsabilidad que se asume con el mismo”.

Por parte de UPyD, José Luis Chorro, mostraba su oposición a la existencia de baremos orientativos u honorarios mínimos, reconociendo no obstante la problemática actual del sector profesional. “El problema actual es un problema de sistema. Cuando se empiezan a generar normas que quiebran el sistema de libre comercio y el mercado se abre a los oligopolios, entonces el profesional necesita un baremo, porque el mercado no va a ser capaz de generar un precio digno. El profesional además se ve sometido a excesivas cargas fiscales, a oligopolios de seguros, a costes de colegiación… los costes aumentan y los precios bajan”.

Sin embargo, Chorro considera que aplicando las medidas adecuadas, los baremos no serían necesarios: “Si el sistema tendiera a la libre competencia, las cargas fiscales fueran adecuadas, la colegiación fuera obligatoria sólo para determinadas profesiones y se liberalizara el mercado de seguros de responsabilidad civil, para no verse sometidos a los oligopolios de seguros… no serían necesarios los baremos. Si el mercado tiende a libre mercado perfecto, con la regulación adecuada del Estado, si hay un sistema abierto y reglado, no sería necesario el baremo porque el profesional estaría protegido por el propio mercado y podría ofertar sus servicios de forma digna.”

El candidato al Senado por UPyD señalaba además que “en cualquier caso, también hay que tener en cuenta que el baremo tampoco supone una garantía, pues puede igualmente no cumplirse”.

Paco Juan respondía al respecto que sí se cumplían cuando eran los colegios profesionales los que, una vez efectuado el visado, gestionaban la entrega del trabajo y el cobro al cliente final. “Era un mecanismo que garantizaba la aplicación del baremo y el cobro de esos honorarios”.

Por parte de Compromís, Belén Bachero defiende “la necesidad de tener, al menos, una orientación. Creo que fue un error quitarlos. La calidad ha bajado. Los honorarios mínimos son necesarios para que se pueda trabajar con un mínimo de dignidad y luchar contra los oligopolios”.

Rehabilitación

Las propuestas de los diferentes partidos para potenciar la rehabilitación fue el tercero de los temas que se debatieron en la mesa. Belén Bachero destacaba “la clara apuesta” del actual gobierno autonómico al respecto, que “ha doblado la partida destinada a vivienda y rehabilitación en los presupuestos del próximo año”, donde se incluye además un plan de rehabilitación para zonas degradadas.

La diputada autonómica de Compromís destacaba además la importancia de los IEEs, que deberían asimilarse a las ITVs de los vehículos. “son obligatorios, pero habría que informar a la gente de en qué consisten y la seguridad que proporcionan. La oportunidad puede venir con las subvenciones de rehabilitación y que sean un requisito para acogerse a ellas, al tiempo que se dote de partida presupuestaria para ellos”.

“Desde Compromís”, continuaba Bachero, “apostamos por una rehabilitación energética que de verdad mejore la calidad de las viviendas, introduciendo criterios de arquitectura pasiva y bioconstrucción y siempre teniendo en cuenta los objetivos 2020 de reducción del CO2 y disminución del uso de las energías no renovables”.

Para Paco Juan, de Podemos, “en un proceso de cambio climático como el que estamos viviendo, la rehabilitación es una necesidad y una obligación moral. Las viviendas existentes son un recurso económico, material, energético… que no podemos desaprovechar. Estar construyendo viviendas nuevas es insostenible. Las directivas europeas van en esta línea y por ello, los partidos gobernantes han dictado normas en este sentido. Pero hace falta voluntad, no solo legislativa, sino también de disposición de medios y canales para hacerla posible. Nos imponen unos criterios eficientes que son muy cuestionables aquí. La rehabilitación y la eficiencia energética están muy vinculados al lugar geográfico, al clima, a la forma de construir, a las estructuras económicas y a los productos del lugar. Y eso es lo realmente sostenible. De qué nos sirve, por ejemplo, ponernos a aislar las envolventes para luego tener que comprar un aparato de aire acondicionado fabricado en Alemania. Hemos de apostar por la investigación y encontrar nuestras propias soluciones, y hay que aprender y mucho de los sistemas tradicionales de cada lugar”.

Por su parte, José Luis Chorro destacaba la apuesta de UPyD por la rehabilitación: “Hay 20.000 viviendas vacías en Valencia y 60.000 en proyección. Algo no cuadra, y más cuando la población esta disminuyendo. Esto no quiere decir que haya que impedir la construcción de nuevas viviendas, siempre se van a demandar y serán necesarias. Pero hay que poner en valor lo que tenemos, nuestras viviendas, nuestros edificios y nuestro patrimonio cultural”. Chorro señalaba la importancia de la Ley de Rehabilitación, Renovación y Regeneración Urbanas, destacando el valor de la rehabilitación como motor económico, necesaria además para actualizar y poner en valor la ciudad, los barrios y los edificios existentes.