Blog del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia

Diseñar para todos: un nuevo enfoque para la accesibilidad

La accesibilidad está evolucionando. La mera eliminación de barreras va dejando paso a entornos, productos y servicios diseñados y construidos para ser utilizables con comodidad y seguridad por todos los usuarios, con discapacidad o sin ella. La necesidad de esta evolución es clara y la aportación del arquitecto técnico es fundamental para la generación de estos nuevos espacios accesibles. Así se desprende de la jornada “Diseñando ciudades y pueblos para todas las personas”, organizada por CAATIE Valencia junto a la Fundación ONCE y otras entidades el pasado 25 de septiembre.

“ Se identifica accesibilidad con suprimir barreras para los colectivos de personas con discapacidad, lo que supone intervenciones complejas y caras, destinadas a solamente una parte limitada de la población”. Luis Vañó, presidente de Cermi, explicaba cómo se ha asociado accesibilidad con prestaciones específicas para algunas personas, especialmente para las que circulan en silla de ruedas, una interpretación que no considera incorrecta, “pero sí limitada”, pues el concepto ha evolucionado y la asociación automática de accesibilidad con barreras y discapacidad debe superarse para dar paso a un concepto amplio, que lleva la accesibilidad mucho más allá: una mejora en la vida de todas las personas, con un diseño de mayor calidad con el que poder utilizar con comodidad y seguridad entornos, productos y servicios. “Todos nos podemos beneficiar de una mayor facilidad y sencillez de uso”.

Vañó apuesta por la incorporación de la accesibilidad desde el inicio, desde el diseño de los espacios, que evitaría la posterior modificación para introducir medidas correctoras.

Fue la introducción de una jornada, que abordó, desde diferentes puntos de vista, la accesibilidad en los edificios, las viviendas y los espacios urbanos, analizando la situación actual y aportando propuestas para establecer buenas prácticas que permitan obtener entornos construidos disfrutables y utilizables por todas las personas. Durante la presentación, María Pérez Torres, vocal de CAATIE Valencia, resaltaba el papel del colectivo al respecto señalando la importancia de este foro como punto de encuentro de los agentes implicados en la consecución de la accesibilidad universal.

Supresión de barreras frente a accesibilidad universal

Esta accesibilidad universal es el objetivo que marcaba la ponencia de Mª Carmen Fernández. La arquitecta técnica del área de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación Once hablaba de la accesibilidad en la edificación de uso público, reivindicando un necesario cambio de actitud que ya comienza a percibirse.

En los espacios de nueva construcción este cambio pasa de la incorporación de soluciones puntuales en el diseño a la contemplación de la accesibilidad universal desde el origen. Y en los existentes, las medidas puntuales para la supresión de barreras dejan paso a la incorporación de la accesibilidad universal al espacio intervenido.

Del mismo modo, se modifica el paradigma dimensional (“por donde pasa una silla de ruedas pasamos todos”) incorporando además diseño funcional para otras necesidades: perros guía, andadores, trolleys, carritos de bebés, de la compra, del cartero… “No pensemos en sillas de ruedas, sino en ruedas”.

A través de imágenes de actuaciones reales, Mª Carmen Fernández mostraba cómo la intervención en espacios públicos para la supresión de barreras evoluciona desde soluciones puntuales, como puede ser la incorporación de una rampa, a la reconversión en espacios totalmente accesibles, que eliminan elementos como escalones o bordillos. Esta evolución en muchas ocasiones se debe, bien al fracaso de la solución puntual por no resultar funcional, bien al uso generalizado por toda la población de la parte accesible incorporada por la reforma, lo que hace replantearse la solución inicial y rediseñar el lugar proporcionando accesibilidad a todo el espacio. “Todos preferimos espacios funcionales, cómodos, seguros y de fácil uso”.

Los edificios suspenden

Respecto a la accesibilidad en viviendas, la arquitecta técnica de la Fundación ONCE explicaba cómo el Observatorio de la Vivienda desarrollado por la fundación, detecta un bajo porcentaje de edificios con accesibilidad universal (2%). Los parámetros contemplados incluyen la inexistencia de escalones en la entrada del portal y en el interior, puertas que puedan abrirse con facilidad, videoporteros de fácil uso, anchura de escaleras, pasamanos, iluminación, ascensores, señalización, etc. En el interior de las viviendas, sin embargo, los resultados son muy altos.

El primer paso, un arquitecto técnico

La accesibilidad en las comunidades de propietarios fue objeto de una mesa redonda en la que intervinieron Federico Esteve, arquitecto técnico y secretario de CAATIE Valencia, José Ramón Romero, vocal del Colegio de Administradores de Fincas de Valencia y Castellón y Eduardo Signes, coordinador de la Agencia para la Defensa y Promoción de la Accesibilidad de COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica).

Una de las principales conclusiones de la mesa fue la necesidad primordial de disponer de un arquitecto técnico como técnico de cabecera en las comunidades de propietarios. “El éxito de las intervenciones en las comunidades de propietarios es el tándem administrador de fincas y arquitecto técnico”, indicaba Federico Esteve. Para el secretario de CAATIE Valencia la primera actuación para la accesibilidad en las comunidades de propietarios es la contratación de un arquitecto técnico, que pueda estudiar las características del espacio y proponer las soluciones adecuadas. “Un buen estudio previo será la mejor solución al mejor precio”. El arquitecto técnico estudiará el caso de forma personalizada, planteará las soluciones óptimas y asesorará a la comunidad en su toma de decisiones. Una vez elegida la solución, el arquitecto técnico redacta el proyecto. Y es con ese proyecto con el que se inicia el resto del proceso: solicitud de presupuestos (elaborados basándose en el proyecto), gestión de subvenciones, recaudación, contratación y ejecución, que supervisará el arquitecto técnico. “La alteración de esta secuencia lleva la obra al fracaso”, destacaba F. Esteve, que concluía que es necesario “evolucionar de eliminar barreras a construir con accesibilidad”.

José Ramón Romero, vocal del Colegio de Administradores de Fincas de Valencia y Castellón, coincidía en resaltar la necesidad e importancia del técnico de cabecera en las comunidades de propietarios, que estudiará cada caso y redactará un proyecto con la solución adecuada.

El ajuste razonable

Romero centraba su ponencia en los ajustes razonables en materia de accesibilidad que estableció el Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley general de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. En su disposición adicional tercera estableció que los edificios privados anteriores a diciembre de 2015, que sean susceptibles de ajustes razonables, deberán cumplir las condiciones básicas de accesibilidad antes de diciembre de 2017. “Es lamentable que se haya incumplido el mandato legal en España”, afirmaba Luis Vañó, presidente de Cermi, en su intervención inicial.

Este mismo R.D. define el ajuste razonable como “las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas del ambiente físico, social y actitudinal a las necesidades específicas de las personas con discapacidad que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular de manera eficaz y práctica, para facilitar la accesibilidad y la participación y para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos”.

Y esta carga, desproporcionada o no, se cuantifica finalmente con parámetros económicos en la Ley 8/2013 de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas: “Se entenderá que la carga es desproporcionada, en los edificios constituidos en régimen de propiedad horizontal, cuando el coste de las obras repercutido anualmente, y descontando las ayudas públicas a las que se pueda tener derecho, exceda de doce mensualidades ordinarias de gastos comunes”.

Por tanto, el ajuste es razonable cuando no supere las doce mensualidades por persona y es obligatoria su ejecución, aún sin acuerdo de Junta, cuando lo solicite una persona mayor de 70 años o con minusvalía. El resto del coste puede asumirlo el solicitante.

Sin embargo, tal como explicaba Romero, en una comunidad de propietarios ordinaria, esas doce mensualidades no suponen un presupuesto elevado. Y en la realidad, los ajustes razonables suelen acabar materializándose en soluciones parciales que necesitan conllevar después nuevas acciones para lograr su objetivo de accesibilidad.

Por ello, considera que un acuerdo por mayoría para un proyecto de reforma, elaborado por el técnico de cabecera, que contemple la totalidad del espacio sería la solución ideal para lograr el objetivo de accesibilidad universal.

Otros ajustes

“La mayoría de los edificios existentes siguen la tipología de la barrera arquitectónica”. Eduardo Signes, coordinador de la Agencia para la Defensa y Promoción de la Accesibilidad, considera que el “ajuste razonable” se está malinterpretando, de forma que asistimos a “actuaciones inútiles, con soluciones que no sirven, baratas, pero inútiles y poco profesionales. Un ajuste nunca puede ir contra una persona con movilidad reducida”. Signes estima necesario un cambio de mentalidad en las comunidades de propietarios: “lo que es bueno para las personas con discapacidad es bueno para todos y revaloriza el edificio”. La mayoría de los ajustes se materializan en rampas, pero hay que considerar la heterogeneidad de la discapacidad: “hay muchos otros ajustes que pueden efectuarse: apertura fácil de las puertas, contrastes cromáticos, pasamos, iluminación, pavimentos antideslizantes… El ajuste razonable nunca se puede aplicar para menoscabar el derecho de las personas con discapacidad, sino que su significado último es el de mejorar la accesibilidad y beneficiar a la persona afectada. Por tanto, no puede utilizarse como excusa para no realizar esta mejora”

Signes coincide en la necesidad de que la comunidad de propietarios contrate un arquitecto técnico, con anterioridad a la obra, que estudie el espacio y las necesidades de sus usuarios para proponer las soluciones adecuadas, con varias propuestas económicas, con el objetivo de diseño universal y con la idea de inversión de futuro que revaloriza el edificio. Este arquitecto técnico dirigirá posteriormente la obra para que sea acorde al proyecto presentado y se ejecute correctamente.

El ponente apela a la labor del administrador, tanto en la puesta en valor de las obras de accesibilidad integral como en el conocimiento de las necesidades de los vecinos con discapacidad y la explicación a la comunidad de las obligaciones legales al respecto.

Accesibilidad para todos

La jornada se completó con ponencias sobre la accesibilidad en turismo, cultura y comunicación, que aportaron nuevos puntos de vista y propuestas para llevar la accesibilidad al diseño para todas las personas.

El Ayuntamiento de Valencia, la Fundación ACS, CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la Fundación Once, el Colegio de Administradores de Fincas de Valencia y Castellón y la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) participaron en el encuentro.

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